Ciertamente, no se puede definir o este valiente sabueso de origen yugoslavo como un dechado de belleza, sin embargo, estß dotado de un buen olfato y una excelente resistencia a la fatiga, incluso en los terrenos mßs difφciles y accidentados por lo cual resulta muy apto para la caza de la liebre y el corzo. Con un carßcter vivaz, d≤cil, y afectuoso, se adapta perfectamente a vivir al aire libre demostrando tambiΘn buenas dotes de guardißn y una obediencia casi enfermiza a su amo, tanto durante la caza como cuando descansa.
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Oscuros y controvertidos son los orφgenes de este perro de rastro yugoslavo que muchos consideran como aut≤ctono de aquella naci≤n. Es posible teorizar al respecto diciendo que todas las razas de sabuesos de Europa oriental descienden de una ·nica raφz que se remonta a los perros que los magiares llevaron consigo durante sus invasiones. En cada zona, por lo tanto, se fijaron diversos tipos, fruto de la selecci≤n del hombre y de una adaptaci≤n natural a las condiciones ambientales y climatol≤gicas y a la utilizaci≤n que se les dio durante siglos. Esta es una de las causas, entre otras, de la poca difusi≤n de estas razas y tambiΘn del Sabueso Posavatz, fuera de sus regiones.
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De aspecto un poco pesado, macizo y vigoroso, dotado de voz alta y buena musculatura, el Sabueso Posavatz se desplaza con andar vivaz y ßgil en terrenos pedregosos y entre los zarzales, caracterφsticos de Yugoslavia. La cabeza es relativamente pesada con respecto al tronco, las orejas colgantes con el extremo redondeado, y los ojos oscuros con expresi≤n aguda y severa. El cuello es muy potente y musculoso, el tronco alargado con un ≤ptimo desarrollo de la caja torßcica y una lφnea superior bastante s≤lida que desciende de manera muy elegante desde la uni≤n del cuello a la grupa, que se presenta levemente inclinada. Las extremidades, tanto anteriores como posteriores, estßn en correcto aplomo, son muy musculosas con pies compactos y cerrados, provistos de almohadillas plantares duras y macizas. La cola por lo general el perro la lleva curvada en su parte inferior.
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Altura y peso. Alzada a la cruz de 46 a 58 cm.; las hembras por lo general estßn mßs pr≤ximas al mφnimo y machos al mßximo. El peso es aproximadamente 18 kg.
Cabeza. Tiene una longitud de 20 a 24 cm. desde la ap≤fisis occipital borde supero-anterior de la trufa que es gruesa y negra o por lo menos negruzca. Ca±a nasal ligeramente arqueada. Labios poco gruesos y no colgantes. Hocico alargado pero no afinado. Frente oblonga, levemente convexa. Stop poco marcado.
Ojos. Oscuros, bien abiertos pero prominentes.
Orejas. Colgantes, redondeadas en el extremo; si se alargan hacia adelante llegan hasta los caninos.
Cuello. Largo y musculoso.
Extremidades anteriores. Hombro largos y oblicuos. Antebrazos verticales y musculosos. Carpos poco visibles. Metacarpos cortos, no inclinados.
Cuerpo. Tronco mßs largo de 3 a 8 cm. que la alzada a la cruz. T≤rax de mediana anchura, caφdo por lo menos hasta el codo. Costillas abarriladas. Cruz bien marcada pero no saliente. Dorso ancho y recto. Ri±ones macizos y cortos. Vientre levemente saliente. Grupa ancha, un poco inclinada.
Extremidades posteriores. Muslo cortos, anchos y musculosos. Rodilla de emplazamiento alto. Patas largas oblicuas y musculosas. Corvejones fuerte verticales y cortos.
Pies. Estrechos y compactos, con plantas duras y macizas y u±as fuertes.
Cola. Con una longitud que no sobrepasa el corvej≤n, de nacimiento no muy alto, se afina desde la base hacia el extremo, llevada recta o curvada hacia arriba.
Pelaje. Largo de 2 a 4, m., relativamente duro. Color: rojizo, amarillo trigo en todas las tonalidades, leonado; a menudo hay blanco en el cuello (collar), en el pecho, el vientre y la patas.
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ALIMENTACION. Las necesidades alimenticias como raci≤n de mantenimiento son de aproximadamente 1.150 Kcal. diarias. Para el ejemplar sometido a una gran actividad fφsica, estos valores llegan incluso a triplicarse. En este caso, en dicha raci≤n debe dßrsele preferencia a los lφpidos en detrimento de los hidratos de carbono que, a igualdad de peso, son menos digeribles y menos energΘticos.
CUIDADOS DIARIOS. La limpieza del pelaje, mßs frecuente durante el perφodo de caza, debe realizarse con un cepillo de p·as metßlicas finas, alternado con uno de cerda suave.
CON EL VETERINARIO. TambiΘn para este sabueso se procede inmediatamente despuΘs del nacimiento, a la amputaci≤n de los espolones de las extremidades posteriores. La intervenci≤n no requiere cuidados particulares por parte del propietario.
